viernes, 29 de julio de 2011

Giannuzzi / Calvetti y la poética de la basura

Como sólo los grandes maestros tienen esa luz que puede alumbrar lo residual, lo desechable, dos poemas de Giannuzzi  y Calvetti. 




La basura. Poema de Jorge Calvetti


Yo saco la basura a la calle
envuelta con papel y cuidado.
Quedan allí mezcladas, las sobras de la vida,
cáscaras del tiempo y recortes del alma.
Las dejo en la vereda con tristeza
porque son restos de fruta, de comida,
y de literatura
con las cuales
uno jugó a vivir, o se creyó existente.
Y también porque, acaso sin nosotros saberlo,
alguien nos haya envuelto
con papeles de cielo, con nubes de cuidado
y estamos a la orilla del universo
y nadie nos despide.
Yo saco la basura, la dejo en la vereda,
y le digo: Adiós.

Jorge Calvetti






BASURAS AL AMANECER- JOAQUIN GIANNUZZI

Esta madrugada, en la calle
dominado por una especie
de curiosidad sociológica
hurgué con un palo en el mundo surrealista
de algunos tachos de basura.
Comprobé que las cosas no mueren sino que son asesinadas.
Vi ultrajados papeles, cascaras de fruta, vidrios
de color inédito, extraños y atormentados metales,
trapos, huesos, polvo, sustancias inexplicables
que rechazó la vida. Me llamó la atención
el torso de una muñeca con una mancha oscura,
una especie de muerte en un campo rosado.
Parece que la cultura consiste
en martirizar a fondo la materia y empujarla
a lo largo de un intestino implacable.
Hasta consuela pensar que ni el mismo excremento
puede ser obligado a abandonar el planeta.
Joaquín Giannuzzi

jueves, 28 de julio de 2011

No encuentro mayor ocupación
que enredar los hilos
sin la tensión del tiempo.
Fracaso al  hilvanar
un principio, un nudo y un fin,
me obsequio, así
a la música de la eternidad.

sospecho, en el fondo
que dios se burla
de la vanidad
de nuestras historias.

La música fatal



Hay una música que componemos,
prolijamente,
bajito y de fondo.
Mientras la melodía
principal de nuestras vidas
se toca sola y es silenciosa.

Apuntes sobre el infortunio


No se si es elemental
traer a colación esto
pero entró otro torturado,
un preso nuevo y recién llegado
al salón de mi invierno

otro crimen, otra víctima
una farsa de mi dicha
que cae desnuda en cuerpo entero

bien, no se si
es elemental, decir esto

decir esto
y tener que seguir
capitaneando la entrada
con la gorra de la indiferencia
mal puesta.

Maletín vital


El cierre roto con los recuerdos
atrapados adentro,
y la vida es eso que retrocede
ruta atrás mientras avanzamos
con absoluta pereza a través del olvido.
Tengo deshabilitado
el verbo, la acción.
Sin ni mi más silencio
aúllo por todo sonido
un canto por la nada toda.